sábado, 3 de octubre de 2015

Crítica de "El quimérico inquilino"

Roman Polanski nos sorprende una vez más, con otra de sus increíbles películas: El quimérico inquilino, es una película protagonizada por el mismo Polanski, en donde interpreta el papel de un joven polaco, llamado Trelkovsky que se hace casero de un apartamento en París, en el que antes vivía la misteriosa y joven Simone Choule, con un pasado misterioso.

Todo va bien hasta que Trelkovsky empieza a tener pequeños roces con sus vecinos, y empieza a creer que están conspirando contra el, y empieza su estado de locula, donde se llega a confundir con la identidad de Simone Choule. 


Polanski me parece un director increíble inquietante y perturbador. Al inicio de la película, nos presentan a Trelkovsky un chico muy normal y tranquilo que esta buscando un piso. Encuentra uno, y el propietario de este, le cuenta que la anterior inquilina se había tirado por la ventana y estaba en coma en el hospital, que si se moría se podría quedar con el piso, es un poco inquietante con la facilidad y soltura que el propietario le dice esto a Trelkovsky, entonces el decide ir a verla al hospital, y ella permanece sin moverse, entonces de repente da un grito, una escena en el que la cámara hace un primer plano rápida e impactante, de la chica, y para mi es una escena muy impactante y desconcertante, y creo que en esta escena podemos definir en cierta manera el cine de polanski, su afán por desconcertar a la gente, no rebelar el secreto hasta el final, y sobretodo dejar que el espectador tenga la libertad de crear, e interpretar varias versiones de lo que podría ocurrir, en este caso, ese grito, espeluznante y desolador, e inesperado. La chica acaba muriendo y le porfis se instala en el piso. Todos sus vecinos son por lo general gente mayor, y con muchas manías, recibe varias quejas de los vecinos y poco a poco Trelkovsky se va encerrando, y obsesionando con sus vecinos. Los vecinos al principio parecen super amables y buenos pero a medida que va avanzando la película los elementos de terror van tomando  forma, los vecinos cada vez se comportan de forma más extraña, pasan largos ratos en el baño, de pie y estáticos mirando hacia su ventana, o el diente que se encuentra detrás del mueble en la pared, todo estos elementos no son terroríficos, pero combinados van creando un  aura más oscura y macabra, a medida que a avanzando la película. Los vecinos no esconden nada, pero son muy aterradores y eso hace que Trelkovsky termine pensando que están conspirando contra el, y que lo quieren matar, entonces el personaje principal sufre una catarsis ficticia, polanski juega con la locura de sus protagonistas, haciendo que no sean conscientes de donde termina la realidad y empiezan sus fantasías, y empieza a transformarse con la anterior inquilina, se compra una peluca, y se pone un vestido que estaba en el armario cuando llego, esto hace que el pierda de alguna manera su identidad, llega a tal estado de locula que al final el termina tirando por la ventana también, y cuando lo hace el en una de sus alucinaciones ve como si todos sus vecinos, estuvieran en una especie de grada de teatro, vestidos de gala, viendo como el se va a tirar. 

Cuando se tira y termina en el hospital, con ese grito, nos deja todavía más desconcertados, y una vez más con la libertad de intuir que es lo que verdaderamente sucedía, una obra maestra de Polanski, y posiblemente una de sus mejores películas.

Lluna Issa Casterà

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