Puede que no sea mi favorita pero es sin duda la película más personal de Peckinpah y en la que más de sí mismo pone. Esto se ve sobre todo en la moraleja de la película. Si en otras del mismo cineasta el antihéroe era una persona que se había alejado de la ley y solo en el último momento y gracias a la amistad se redimía, en esta el protagonista nunca está del lado de la ley, el que lo hace es Garrett, que se pone al servicio de los grandes terratenientes neomexicanos, de los intereses comerciales, no de los del pueblo (esto lo refuerza el cineastra cuando nos muestra lo que los ricos hacen a Paco, el amigo mexicano de Bonney interpretado por el habitual colaborador de Peckinpah "Indio" Fernández).
Garrett se siente en todo momento un traidor y es por eso por lo que tras matar a su amigo, dispara a su propio reflejo en el espejo. Como decía al inicio de la crítica, se trata de una fábula de perdedores de una gran tristeza y lirismo, pero ¿quién es más perdedor de los dos?
Jesús de la Vega
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