jueves, 7 de julio de 2016

Crítica de "La nación clandestina"

Cuando se te ha perseguido, menospreciado, humillado, maltratado y usado, al final sólo queda una visión pesimista y vergonzosa de uno mismo. Es precisamente esto lo que representa el protagonista. Obviamente no debería ser así y por ello es castigado por su pueblo al exilio, por traición debida a una ideología impuesta, condicionada, de un conquistador extranjero.


Durante el transcurso de la película el personaje lleva acabo una especie de peregrinación desde la ciudad donde ha encargado una máscara hasta su pueblo, intentando así un retorno a sus tradiciones y orígenes con el fin de saldar sus deudas morales y conseguir el perdón de los suyos. En definitiva, quedar en paz. En ese viaje se irán viendo las formas de vivir, las costumbres y la represión que el pueblo de Bolivia sufría en ese momento, además de las consecuencias de lo que habían vivido en los últimos años, constituyendo una crítica política y social.

Laura Monteagudo

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