martes, 29 de septiembre de 2015

"Chinatown": El perdedor, el ganador y las dos víctimas

La primera vez que vemos a la mujer del ingeniero, cuando le presenta una demanda judicial al investigador privado por haber destapado públicamente el affaire amoroso de su marido, su imagen es la de una mujer fría y segura de sí misma. Nada que ver con la Evelyn del final, huyendo sin destino y llena de tristeza. A lo largo de la película iremos comprendiendo las razones de esta evolución. Y una escena que nos anuncia este cambio es cuando habla de su padre con Jack Nicholson, las palabras le salen entrecortadas, enciende sin ser consciente un segundo cigarrillo…. Y cuando el investigador está tras la pista de John Huston, le advierte del grave peligro al que se enfrenta al relacionarse con él. Las cartas quedarán finalmente al descubierto cuando le confiese al detective lo que su padre hizo con ella cuando sólo tenía 15 años y las consecuencias de dicha relación: una hija-hermana.


Queda claro que es el padre el causante de este cambio, el hombre poderoso para el que no hay reglas y que a pesar de su edad y su gran riqueza ambiciona aún más. Pero no es más dinero lo que quiere, sino que lo que ansía es… el futuro. Él hombre, acostumbrado a conseguir todo lo que quiere, no se siente culpable por lo sucedido con su hija, incluso se justifica diciendo que la gente no se quiere dar cuenta de que en el momento y en el lugar justos, todo hombre es capaz de hacer cualquier cosa.

Y en medio de esta relación depredador-víctima quién se sitúa. Pues el eterno perdedor. El detective, que pese a su gran profesionalidad y a su honradez al trabajar en un caso por el que nadie, en un principio, le va a pagar, por el simple hecho de oler la gran podredumbre allí escondida, ante la que husmea con constancia y sin importarle los peligros con los que se va encontrando, volverá a encontrarse una vez más con su sino: Chinatown, repetido una y otra vez en la peli. No sabemos qué pasó allí, pero sí Polanski nos va desvelando poco a poco que fue una desgracia, que le retiró de la policía, que una mujer a la que quiso proteger murió, que tuvo que reiniciar su vida. Y todo eso es lo que precisamente, como si viviera en un bucle insalvable pese a su sagacidad y esfuerzo, es lo que acontecerá en el final de la peli, con la muerte de Evelyn, el triunfo del poderoso y la desprotección de la nueva víctima.

Y esto sí que es desangelado, pues si la primera víctima y el perdedor tenían tal condición, al menos eran luchadores e hicieron frente a su fatalidad. Sin embargo, la chica joven, es víctima inocente e ingenua de su sino. Simplemente se sabe perdida, pero no comprende su condición. Acaba de perder a su madre, sin saber que a la vez ha perdido a su hermana y que los brazos que ahora le acogen son los causantes de este atroz parentesco.


Final muy descorazonador, pero por el que Polanski luchó a brazo partido contra el equipo de producción que quería imponer un final feliz, cuando la vida no es más que lo finalmente vemos en la peli.

Añadido tras la puesta en común de las críticas

Un quinto personaje clamó por recuperar su lugar destacado en esta historia y recordó que él también había asumido el papel del detective. Sí, él quiso romper la desigual relación depredador-víctima, protegiendo al lado débil. Y las cualidades que aportó fueron otras distintas: poder, a diferencia del detective es él un hombre de triunfos, y honradez, en contraposición al padre, él entiende que el bien común no puede usarse para el beneficio privado, ni que el poderoso puede justificar los abusos de su poder. En fin que a la capacidad de actuar le suma una ética. ¡Maravilloso!.... pero el fracaso fue el mismo, o peor aún, pues nos quedamos sin él en los primeros minutos de la historia. Quizá por la experiencia negativa de Polanski en su vida… o simplemente por no quedarnos sin película, ya que la muerte del ingeniero será el desencadenante de toda la trama. Trama que nos llevará a constatar la gran Verdad Natural: el pez grande se come, siempre, al chico.

Teresa Pozo

No hay comentarios:

Publicar un comentario